Los vecinos de la Calle Joanot Martorell de Massanassa piden una solución para el intenso tráfico de vehículos que soportan en varios momentos del día, especialmente en las horas de entrada y salida de los centros de trabajo y colegios.

Esta calle es una de las que más tráfico soportan de todo el municipio. Una de las explicaciones a la elevada cantidad de coches que circulan por esta vía es el hecho de estar directamente conectada con la CV400, más conocida como Avenida del Sur o ‘carretera de las rotondas’.

Igualmente, las recientes reformas del tramo de la Avenida Blasco Ibáñez que hace esquina con esta calle han provocado que uno de los pasos de peatones de esta avenida se avance hasta la esquina con Joanot Martorell, ralentizando la incorporación de vehículos a la citada avenida. Asimismo, Joanot Martorell es la vía en la que acaban por confluir todos los coches que descienden desde la Calle Sant Miquel y la Calle Padre Ignacio Casañ.

Desde Gent de Massanassa se ha consultado a diversos agentes de la Policía Local para intentar conocer su explicación al porqué esta calle soporta tal cantidad de coches, camiones y motos en horas puntas. Según han explicado algunos policías ninguna calle cruza la Avenida Blasco Ibáñez de manera perpendicular. Es decir, el sentido del tráfico de las calles que cruzan Blasco Ibáñez siempre cambia al llegar a esta importante vía. Por ejemplo, no se puede seguir subiendo desde Sant Joan a Concepción Arenal, ni desde Constantí Llombart a Favara, ni desde Valencia a Colón. Este hecho favorece que la principal calle de Massanassa esté en horas puntas más colapsada de lo que podría estar con otra organización del tráfico.

Inundaciones

Otra de las reivindicaciones urgentes de los residentes en Joanot Martorell es la de mejorar la evacuación de aguas pluviales. Según se pudo constatar en diversos vídeos filmados durante las intensas lluvias de junio, el agua se embalsó en la esquina con Sant Miquel debido al taponamiento de alcantarillas, la forma en que se reformaron las aceras y lo elevado de las calles tras las sucesivas capas de asfalto añadidas. En la intersección con Blasco Ibáñez, a la altura de Mercadona, la nueva esquina construida desde la reforma de este tramo de Blasco Ibáñez también desembocó en un gran embalse de agua que estuvo a punto de entrar en diversas casas y garajes.